Auschwitz, 80 años después
Hoy, 27 de enero, se cumplen ochenta años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz. Para El País, Alex Vicente ha escrito un muy buen reportaje sobre esta importante fecha desde un punto de vista actual y bastante problemático: el de la banalización del mal en la era del turismo cultural. El artículo no se detiene solo en esa odiosa costumbre de algunos visitantes de Auschwitz de tomarse fotos como si estuvieran en un parque de diversiones sino que, además, repasa el modo en que la hiperrepresentación del Holocausto en decenas de películas, series y libros amenaza con convertir el capítulo más horroroso en la historia de la humanidad en un simple objeto de consumo y entretenimiento.
Les dejo algunos fragmentos del reportaje:
«Ocho décadas después de su liberación, Auschwitz sigue siendo el símbolo del mal absoluto, una metonimia del Holocausto, pero también un lugar emblemático del dark tourism, ese turismo oscuro que nos lleva a recorrer campos de batalla y zonas de desastre, antiguas prisiones y escenarios de genocidio. Lo hacemos por empatía con las víctimas y por responsabilidad cívica, siguiendo aquel viejo dogma del “deber de memoria”, pero también por morbo histórico y voyerismo inconsciente, una contradicción intrínseca que ha transformado este campo en un centro turístico como cualquier otro, en el que uno puede comer, beber, ir al baño y hasta hacerse un selfi junto a los crematorios. En 2014, la autofoto sonriente de una adolescente en Auschwitz-Birkenau, acompañada de un emoji igual de risueño, despertó una polémica en redes. La instalación de vaporizadores de agua en la entrada del campo para aliviar el calor veraniego tampoco ayudó. Auschwitz respondió que la polémica no estaba justificada: el Zyklon B, el gas mortal con el que se aniquiló a los judíos, se difundía “de una manera totalmente diferente”. En ese caso, todo en orden.
Cada aniversario de la liberación del campo de exterminio dialoga con un contexto político particular. El que se conmemora este lunes está marcado por la desaparición de los últimos supervivientes, por el eco de la destrucción en Gaza y por el ascenso de la extrema derecha en muchos lugares de Europa, que va deformando todos los preceptos de la memoria histórica construida desde la posguerra. También la reelección de Donald Trump parece poner fin al sistema internacional surgido tras la guerra, con la retirada de EE UU de las organizaciones creadas después de 1945. “Culturalmente, es un cambio increíble. El mundo en el que personas como yo crecimos y aprendimos a pensar desaparece. Ahora se nos dice que la libertad de expresión también pasa por el derecho a mentir. Este 80º aniversario llega en medio del paso a un nuevo mundo que ya no sabemos leer”, afirma la historiadora francesa Annette Wieviorka, una de las grandes especialistas en el Holocausto. Recuerda la conmemoración de hace 20 años, cuando creyó que la historia había ganado. “Es decir, que el relato histórico de lo que sucedió en Auschwitz había entrado en la conciencia colectiva. Hoy nos damos cuenta de que todo puede deshacerse. Auschwitz sigue siendo un símbolo del horror, pero los tabúes se han levantado. Todo se ha vuelto posible”. Incluyendo los selfis en las alambradas, pero también la apertura al público de la casa de Rudolf Höss, donde se rodó La zona de interés, que se inaugura la semana que viene, o la multiplicación de libros con la palabra Auschwitz en el título.
Es como si el campo se hubiera convertido en una especie de marca comercial: La bailarina de Auschwitz, La huérfana de Auschwitz, Los amantes de Auschwitz, La enfermera de Auschwitz, El tatuador de Auschwitz, Las hermanas de Auschwitz, El fotógrafo de Auschwitz, El ajedrecista de Auschwitz, La bibliotecaria de Auschwitz o Las modistas de Auschwitz. Los días de Primo Levi y Elie Wiesel quedan lejos. “Ya todo pasa por el registro de la emoción”, analiza Wieviorka, al teléfono desde París. “Las emociones son indispensables para entender la Shoá, pero cuando todo se reduce a la emoción cabe preguntarse para qué sirve”. ¿Se ha convertido Auschwitz en un sitio normal? “Todavía no, pero hay una banalización progresiva. La tendencia es utilizar las industrias culturales para narrar episodios de la historia, como quien crea un sinfín de Disneylandias históricas. De momento, no es el caso de Auschwitz ni de Birkenau, que sigue siendo el campo del exterminio, pero el futuro no promete”.
Tamara Tenenbaum gana el Primer Premio Paidós de Ensayo
La escritora argentina Tamara Tenenbaum (Buenos Aires, 1989), obtuvo el Primer Premio Paidós de Ensayo con una obra titulada Un millón de cuartos propios, en clara alusión al texto ya clásico de Virginia Woolf. De hecho, la obra surgió como un conjunto de notas que la autora iba tomando mientras traducía por encargo Un cuarto propio. El premio está dotado con 35.000 euros y saldrá el 26 de febrero. Esta la sinopsis que ya se puede leer en la página del Grupo Planeta:
«A mediados de 2022, Tamara Tenenbaum recibió el encargo de traducir Un cuarto propio, de Virginia Woolf. Tomando como punto de partida todas las cuestiones que le suscitó dicho encargo, Tenenbaum nos propone una relectura del libro de Woolf para reflexionar sobre la situación actual de las mujeres (aunque no solo de ellas) abordando los temas que le interesan: la precariedad laboral, el amor desaparecido en la era de Tinder, la comida, su relación con el dinero, el resentimiento como respuesta política, o la nostalgia y el poder de la tradición.
Con una prosa lúcida y fluida, a lo largo de este texto rico en referencias literarias y filosóficas, pero también de cultura pop, Tenenbaum dialoga con el clásico de Virginia
Woolf y nos presenta un ensayo que busca ir más allá de un manifiesto y que quiere ser «Una propuesta de contramundo plebeya y feminista basada en la importancia de la belleza y el trabajo como ejes identitarios y factores emancipadores, productores de igualdad y libertad».
A Tamara Tenenbaum, a quien le interesa más que nada escribir sobre su tiempo, Un cuarto propio le funciona como guía, inspiración y oráculo, y le ofrece la oportunidad de pensar en otras formas posibles de vivir en el siglo xxi que se opongan al discurso neoconservador circundante y que sean modernas y posmodernas a la vez pero, sobre todo, que nos ayuden a transitar la incertidumbre sin caer en un optimismo ingenuo o un pesimismo reaccionario.
En palabras de la propia autora: «Estoy yendo a Un cuarto propio a hacer lo que Virginia decía que hacemos con los clásicos griegos: a buscar, más que lo que Virginia tenía, lo que a nosotras nos falta».
«Inmundo», el nuevo poemario de Igor Barreto
Ya en la primera News-letra del año comentábamos que la poesía venezolana había comenzado pisando fuerte en España con la publicación de los nuevos poemarios de Carmen Verde Arocha y Sofía Crespo Madrid. La semana pasada la editorial Pre-Textos completó la apuesta con la publicación de Inmundo, el más reciente poemario de Igor Barreto, el poeta nacido en San Fernando de Apure, Venezuela, en 1952. Dice Antonio López-Ortega en el prólogo de la obra lo siguiente:
«Como quien deja atrás todo lo atesorado, o se somete a una nueva revelación, Barreto nos entrega en Inmundo su propio Canto general: crujen los huesos del cosmos, vagan las cosas mudas, tiemblan los extremos, se impone la redundancia, se explaya el hedor de una rata, se valida el reino del absurdo, conviven fuego y hielo, se cuentan las sílabas del universo, se revelan las relaciones secretas. […] El poeta ha llegado a un estadio de madurez en el que puede procesar cualquier elemento y convertirlo en revelación instantánea, perdurable.
En los inicios de su trayectoria, Barreto solía fantasear con una sociedad de poetas muertos, radicada en Apure, su provincia natal, que solía editar sus libros bajo un sello espurio. De alguna manera, el guiño evocaba la muerte del referente terrestre en la poesía venezolana, del que Barreto podría ser su último representante. Años han pasado para que, en Inmundo, la tierra se haya convertida en cosmos, en totalidad significante».
Esperemos que a lo largo de este año continúen las buenas noticias para la literatura venezolana.
María Moliner revive en la nueva novela de Andrés Neuman
La editorial Alfaguara acaba de anunciar el lanzamiento del nuevo libro de Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977), que se titula Hasta que empieza a brillar y cuyo tema me parece fascinante: la vida de María Moliner. La obra estará disponible en librerías a partir del 25 de febrero y, mientras llega el día, les comparto la sinopsis de esta novela que todo amante de los diccionarios y las etimologías debería leer:
«Solemos identificar a María Moliner con su diccionario, «el más completo, útil y divertido de la lengua castellana», según García Márquez. ¿Pero por qué se sentó a escribirlo a los cincuenta años, en plena dictadura franquista? ¿Cómo pudo completar, prácticamente sola, el diccionario de autora más importante de todos los tiempos?
Hasta que empieza a brillar cuenta la historia íntima de María Moliner, partiendo de una atractiva premisa literaria: narrar de cuerpo entero a la protagonista a través de su vínculo con la lengua. A la vez, nos propone una sugerente hipótesis: ¿y si su diccionario fuese también una suerte de autobiografía oculta?
Esta es la vida novelada de una figura apasionante, retratada desde una infancia difícil hasta un final insospechado, pasando por su extraordinaria labor como bibliotecaria en la República o su polémica candidatura a la Real Academia. Entre la investigación y la imaginación, combinando la comedia, el drama familiar y la tragedia colectiva, se abre paso la historia de una resistencia secreta. Un acto de justicia con el legado de una mujer que vivió a contracorriente y exploró las palabras hasta que empezaron a brillar.»
Álvaro Colomer revela los secretos y manías de los escritores
Hablo de los secretos y manías a la hora de escribir… No me refiero a la vida privada de los escritores. ¿O sí? ¿Es que acaso hay algo más íntimo que un escritor en su soledad escribiendo? El periodista Álvaro Colomer (Barcelona, 1973) acaba de publicar Aprende a escribir: Métodos, disciplinas y talentos de los grandes autores contemporáneos (Debate), una recopilación de los secretos, trucos y rituales de más de ochenta escritores de España, Portugal y América Latina. A mí este tema me fascina y es uno de los que más interesan a mis alumnos en los talleres de Escritura Creativa. Siempre es un alivio comprobar que tu «locura» es compartida y, al mismo tiempo, también sirve de mucho aprender nuevas rutinas que estimulen la imaginación o alivien un poco los sinsabores del proceso creativo.
En El Cultural, Nuria Azancot comenta el libro y ha extraído algunos ejemplos:
«A Rosa Montero se le ocurren las mejores ideas para sus futuras novelas paseando. Cuando encuentra una buena idea, uno de lo que llama sus "huevitos", lo apunta en una libreta, aunque eso no signifique que vaya a convertirse en un relato. La idea tendrá que superar la prueba del tiempo, manteniendo su fuerza hasta que la escritora empiece a redactar el futuro libro. Aunque no tiene horarios, es muy disciplinada (cree que el escritor ha de tener la tenacidad de una estalactita) y cada noche planifica su siguiente jornada laboral.
Antes de que los múltiples compromisos, viajes, conferencias y premios de la autora de El infinito en un junco le impidieran escribir nuevos libros, cuando tenía una idea para un posible relato se tumbaba en un sofá durante horas, durante meses incluso, pensando en la historia que se le estaba ocurriendo. Cuando ya la tenía construida mentalmente, se encerraba en su despacho, despejaba una pared y la llenaba lentamente de posits.
A cada personaje le asignaba un color, hasta que la pared se convertía, según Colomer, "en una especie de cubo de Rubik desordenado que en realidad era el storyboard de la historia". Ahora, en el sofá, solo piensa en el momento de recobrar la calma y volver a crear.»
Estoy leyendo…
Una de las rutinas que he incorporado este año ha sido la de la escritura a mano. Y desde que la estoy practicando diariamente, me he interesado en todo lo que tiene que ver con las manos, esos instrumentos prodigiosos de nuestro cuerpo de los que la tecnología y las comodidades del siglo XXI nos han ido alejando. Al menos, esa es la impresión que tengo. Ya el año pasado había comprado Elogio de las manos, la novela de Jesús Carrasco que obtuvo el Premio Biblioteca Breve 2024 y al fin la estoy leyendo. El autor narra los diez años que vivió en una casa de campo casi derruida y siempre en proceso de reconstrucción. Tiene un tono reflexivo, sin muchas distorsiones literarias, que me está gustando mucho.
El poemantra de la semana
Me despido con el poemantra de la semana, un poema que invito a leer y a repetir como un mantra:
Unos minutos antes
Llevé mi reloj a reparar
y a los pocos días
fui a reclamarle al relojero
que la hora estaba un tanto atrasada
unos minutos nada más.
Pero no le pareció urgente:
–La felicidad es así. (Contestó).
Sin separar su ojo
del monóculo de aumento
que utilizaba para atornillar
diminutas piezas
o tuercas casi invisibles.
–De lo que se trata
es que el reloj no se detenga.
El tiempo muy preciso
siempre será terrible,
por eso la vida
debe ocurrir unos minutos antes.
Igor Barreto
¡Me encantó! Estos poemantras formaran parte de mis oraciones. ¡Un abrazo!
Gracias por la información sobre poetas venezolanos contemporáneos; pronto viene mi clase de 4° año de secundaria sobre ese preciso tema. Tus Poemantras me servirán también de fragmentos para la lectura en clase, de manera de diferenciarlos de la poesía lírica. ¡Gracias por hacerme la clase! 😂😂 No me pierdo News-letra 👏🏻 P. D. Me organizaré para pagar suscripción algún día cercano.